lunes, diciembre 30, 2013

Año 2013 al 2014. A 43 meses de mi atentado



José Jordi Veras Rodríguez
Al finalizar este día martes, marcando las doce de la noche, se habrá terminado el difícil y duro año que ha sido el año 2013. Un tiempo de doce meses que no ha sido una tarea fácil para el país, en los diferentes órdenes. Un año en el que se ha caracterizado por situación económica con un presupuesto del cual muchos esperaban mayores aportes y menos recortes. En la situación política, se continúa observando los mismos pocos avances, una oposición dividida y los medios de comunicación haciendo el contrapeso de esa falta. A nivel social, cada vez es mayor la descomposición que acusamos como sociedad y en la cual se ha ido agravando la pérdida de valores morales y éticos.
  
Un año como lo definiría el Semanario Católico Camino, cuando expresa en su Editorial lo siguiente: es un período de luces y sombras para el país y que una de las sombras es que la corrupción se mantiene igual, porque no ha habido avances”. Asimismo señaló con un hálito de esperanza y cito: “que el año 2013, también abrió la ventana para que entrara el aire fresco de una nueva primavera caracterizado por el surgimiento de una conciencia ciudadana más revitalizada”. “... poco a poco surge en el llano y la montaña el compromiso más firme de hombres y  mujeres capaces de transformar los signos de muerte que nos acechan en faros de luz que anuncian un nuevo día”.  Además, dejo entrever lo que a su juicio fue notorio a nivel internacional, cuando expresa: “…una de las luces ha sido la elección del Papa Francisco en el pasado mes de marzo, su estilo de vida, cercanía, gestos y palabras han contagiado a millones de personas creyentes o no, quienes a través de él, han sentido más de cerca el mensaje de Jesús que vino para que todo tengamos vida y vida en abundancia”.

Si bien es cierto no ha sido el año anhelado para muchos, es el que nos ha tocado enfrentar y vivir.  De nada nos sirve lamentarnos de lo que no pudimos lograr para ello tenemos la esperanza de que este nuevo año que se avecina en pocas horas, nos pueda traer mejores cosas y tiempo para realizar los proyectos truncados. Cada quien hoy sabe cuáles fueron las metas alcanzados y fracasos que les tocaron, pero esto no debe ser, ni obstáculo para continuar y esperar que en este nuevo año que se avecina, tendremos las fuerzas necesarias para seguir adelante, ni en frustración ante lo que no se pudo concretizar. No veamos abismo ante lo que viene, sino signos de buscar atravesar las más duras pruebas que se puedan presentar ante nosotros.

Es cierto que en este país a los que intenta hacer lo correcto el sendero se le pone estrecho y las diligencias se hacen mayores. Pero eso no debe ser motivo ni razón para desistir de cambiar principios ni conceptos bien ganados y aprendidos, al contrario es un llamado a no permitir que la indiferencia y la falta de sensibilidad y solidaridad ante los problemas de las grandes mayorías nos arropen. No permitamos que el individualismo y los prejuicios se acentúen ante los grandes retos que tenemos como nación que son muchos, pero nada se comienza sino se inicia por el primer paso para llegar a mil.
    
A nivel personal, ha sido un año de batallas y una de las principales está en esperar que sigamos teniendo la mismas fuerzas al cumplirse en esta semana, el próximo día 2 de enero, los cuarenta y tres meses de mi atentado en junio del año 2010, cuyas cicatrices físicas están ahí, pero no las emocionales, he logrado que con el amor de los buenos dominicanos y dominicanas, no desfallecer ante cada obstáculo, incidente o situación que busque aminorar mi estado anímico. En estos cuarenta y tres meses, hemos visto transcurrir un año, al que le quedan horas, como el 2013, en el cual se realizaron doce audiencias en el juicio de fondo sin que se pudiera dar inicio al mismo, pero que no significa que vamos a ceder, sino que es un signo de mantener un compromiso con lo mejor del país. Estando conscientes a qué apuestan los imputados y sus abogados. No vamos a caer en el juego de la desesperación y seguimos atentos y de cara al sol, confiados en el material humano de la justicia de Santiago, sin permitir que esos siete imputados, busquen o intente burlarse del sistema judicial establecido.

En estos cuarenta y tres meses de mi atentado, sigo siendo una persona que tiene su espíritu libre, porque no me ata el odio ni la venganza, es justicia lo que pretendo.  A pesar de todo cuanto ha pasado, no ha sido para debilitar mi fe, al contrario, me ha mostrado que existen pruebas en la vida que la única manera de enfrentarlas es no permitir que las mismas te debiliten, sino que te hagan más fuerte.  Y estar consciente de que no camino a solas, sino que el Todopoderoso, ha utilizado en cada momento, su mano a través de otros y otras, que han ofrecido su apoyo decidido y constante.  Estos cuarenta y tres meses han sido de aprendizaje para darme cuenta hasta donde es capaz de llegar la maldad de un ser humano, pero asimismo, como todo eso es borrado por el amor, el cariño y el aprecio de lo mejor del pueblo dominicano.
    
En estos cuarenta y tres meses a cumplirse el próximo 2 de enero del 2014, se encuentran esos doce meses del año en curso que se va, 2013, y en éste último, también tuve que pasar por la prueba de extirparme el ojo derecho debido al deterioro que le mismo tuvo como consecuencia de los disparos luego de tres años.  Aún así, sigo viendo como me dijera mi papá hace unos años cuando ya era una seguridad la perdida de la visión de ese órgano, con los ojos de todo el dominicano y dominicana de buena voluntad y con el corazón de Dios.  Esto no amilanó mis fuerzas en este viejo año que se marcha, sino que me hizo más fuerte.  Sin temor ni duda hacia delante en el proceso que tengo por delante.
    
Espero que para este nuevo año 2014, cada dominicano y dominicana, pueda mantener sus esperanzas  y expectativas vivas, para poder sentar mejores bases de desarrollo en cada ser humano. Pedir al Todopoderoso que mantenga a cada uno de nosotros, firmes y fieles a nuestros principios y valores. Que no permita que nuestros corazones puedan ser esclavizados por los egoístas, prejuiciados, soberbios, malvados, corruptos e insolentes. Que no permita que nuestros corazones estén desviados y cerrados a las cosas buenas que el Todopoderoso tiene para cada uno de nosotros. Recibamos el año nuevo como seres humanos renovados y dispuestos a no dejar de trillar el camino de lo correcto que deseamos para las generaciones futuras.  Es hoy que se construye lo que deseamos ver en el mañana.

Es siempre preferible ser un guerrero de Dios y no un esclavo de los seres humanos malvados.

jueves, diciembre 19, 2013

La desventaja de las víctimas


Cuando fue promulgada, el 19 de julio del 2002, la Ley 76-02, que instituye el Código Procesal Penal, la sociedad creyó que se daba un salto cualitativo en la defensa de los derechos de las partes en los procesos penales. Sin embargo, con el paso del tiempo esa sensación ha cambiado de tal manera que ahora abunda la impresión de que ese código pone en desventaja a las víctimas, mientras enfatiza en la preservación de los derechos de inculpados, incluso clasificación por el peso de las evidencias.

La impresión está basada en tantos actos, resoluciones y sentencias que favorecen a personas inculpadas y contra las cuales pesa la evidencia concluyente, el fardo de la prueba. Se alimenta de la facilidad conque obtienen la libertad y reinciden personas que acumulan numerosas fichas. El prestigioso abogado Ramón Antonio Veras, cuyo hijo Jordi fue víctima de un atentado, percibe que el Código Procesal Penal desprotege a su hijo en beneficio de la parte inculpada, y clama por una modificación de ese código.

Con ese código, siempre parece haber lugar y oportunidad para una decisión en favor de inculpados, incluso de crímenes que han causado trauma social. ¿Dónde está el defecto de esta pieza? ¿Por qué deja la impresión de que es posible manipular su sentido para ponerlo del lado de los inculpados y en contra de los ofendidos?

La solidez se ha hecho añicos

Las cosas cambian, es cierto, y algunas de manera muy dramática y lamentable. Cuando el país se disputaba un espacio democrático, la solidez del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) sirvió de ariete para quebrar la intolerancia política de entonces, y abrió trochas en el oscurantismo para que el pueblo pudiera trillar el camino de las libertades.

Fueron aquellos tiempos de gloria para una organización naciente y aguerrida, a veces indómita.

Hoy por hoy, para pesar de la democracia, esa solidez se ha hecho añicos a fuerza de golpes de división que parecen irreparables, irreversibles. El PRD ha sido fraccionado desde dentro y quienes lo han fragmentado, basándose en una dialéctica inconsistente, se ufanan de encarnar liderazgos y de ser conductores de un instrumento de política. El partido blanco ha mutado de solidez que impulsó una vez la democracia a añicos que, penosamente, la lastran.

TC declaró inadmisible acción exmayor Ubrí Díaz


Fachada del Tribunal Constitucional
El Tribunal Constitucional rechazó el recurso interpuesto por el cancelado exmayor de la Policía José Eudy Ubrí Díaz, con el que buscaba que se ordenara la restitución de su rango.

Declaró inadmisible la acción directa de inconstitucionalidad interpuesta por el exoficial el 28 de noviembre de 2012, contra la Orden General 09-2011, del 8 de febrero de 2011, con la que la Jefatura de la Policía Nacional lo canceló. La Policía determinó que Ubrí Díaz investigaba a la fiscal Yeni Berenice Reynoso, cuando era fiscal titular de Santiago, y que mantenía “estrechos vínculos amistosos con Francisco Alberto Carela Castro”, señalado autor del atentado contra el comunicador Jordi Veras.

Con el voto disidente de Idelfonso Reyes, los jueces del Tribunal Constitucional opinaron que el acto no es susceptible de control concentrado de constitucionalidad.

miércoles, diciembre 18, 2013

Crímenes organizados desde la cárcel


"Desde la cárcel él maneja sus recursos, maneja sus
empresas, tiene movilidad", dijo Negro Veras sobre
el recluso Adriano Román
El jurista Negro Veras precisó que la emboscada a su hijo fue el primer caso de tipo sicariato organizado que se produce en el país desde un centro carcelario.

Sostuvo que ese hecho lo organizó desde la cárcel el señor Adriano Román, el responsable de atentar contra la vida de su exesposa Miguelina Llaverías, a quien Jordi Veras representaba en los tribunales. 

Sostuvo que también es un hecho que sin tener matiz político, participaron agentes policiales activos y retirados. Agregó que fue el primer atentado hecho por sicarios bajo la contratación de una compañía.

Sostiene que el mayor patrocinio de los victimarios lo provino de Román, quien dijo está ejerciendo su influencia en base a su gran poder económico y relaciones. “Fue un concierto de asesinos que se reunieron para hacer la operación de sicariato”, apuntó. 

Sostuvo que el atentado contra Jordi fue una venganza de Román, por el hecho de defender a la víctima de ese señor. 

“Él pagó el precio de su responsabilidad y lealtad en ese proceso”, afirmó.  Indicó que Román tiene muchos recursos económicos y relaciones muy buenas en la Cámara de Diputados y en la Alcaldía de Santiago.  “El tiene la mercancía más apreciada bajo este sistema, que es el dinero, que no necesita visas para entrar a ninguna parte ni tocar puertas”, expresó. Indicó que Román se mueve desde la cárcel en base a sus recursos y relaciones, desde donde ejerce sus influencias. 

Indicó que esa persona no ha delinquido una sola vez, tras recordar que en 1972 fue sometido a la justicia por estupro contra una menor de edad; en 1977 torturó a la madre de sus hijos,  Miguelina LLavería;  en el año 1979 le pegó fuego a la casa de un inquilino con éste dentro; en 1990 le echó ácido del diablo a un hermano, y después mandó a matar a Llaverías. 

“Ese señor tiene un glosario de hechos que lo retratan de cuerpo entero”, indicó. 

Sostuvo que se trata de un señor antisocial cuyos actos llegaron a la familia Veras.

“Desde la cárcel él maneja sus recursos, maneja sus empresas, tiene movilidad en la cárcel, porque el sistema carcelario dominicano, no obstante de que está en el sistema carcelario nuevo, es un señor que tiene mucha movilidad y utiliza muchas maniobras”. 

Sostuvo que la última de esas maniobras es declararse enfermo para lograr prisión domiciliaria. “Siempre tiene algo de que argumentar”, señaló.  Por este hecho, son juzgadas siete personas.  

Caso Jordi lleva 42 meses sin justicia


El jurista Ramón -Negro- Veras participó como invitado en el Desayuno
 de Listín Diario, donde fue entrevistado por el director del periódico,
 Miguel Franjul; el coordinador del encuentro Fernando Quiroz
 y la periodista Wanda Méndez.
El caso del atentado contra el comunicador y abogado Jordi Veras lleva 42 meses en la justicia y todavía no ha habido una condena contra los acusados del hecho que casi provoca la muerte al hijo del reconocido jurista santiaguero, Ramón -Negro- Veras. 

La fase de juicio de fondo  empezó en enero pasado y aunque han sido fijadas varias audiencias, ninguna ha podido celebrarse. Negro Veras precisó que las audiencias han sido aplazadas, debido a la estrategia empleada por los acusados,  que cambian constantemente de abogado para retrasar el proceso, que no puede ventilarse si el imputado carece de defensa legal. 

El jurista Negro Veras habló sobre el proceso seguido contra los acusados de atentar contra la vida de su hijo en el Desayuno de Listín Diario, en el que participaron su director Miguel Franjul y el coordinador Fernando Quiroz.

Precisó que en la fase de instrucción el proceso duró 30 meses, siendo iniciada  la etapa de juicio de fondo desde hace 12.  

Este retraso que afecta el caso es atribuido por Veras a las garantías que brinda el Código Procesal Penal a los delincuentes, en perjuicio de las víctimas, por lo cual demanda una modificación de esa norma.  

Considera que se debe legislar para establecer un mecanismo que impida que los imputados abusen del Código Procesal Penal. 

“El Código Procesal Penal no puede seguir como hasta ahora, se deben respetar los derechos de los imputados, darles garantías, pero los delincuentes no pueden tomar esa garantía como un bajadero”, consideró. 

Precisó que la audiencia del lunes pasado fue reenviada porque uno de los acusados cambió su abogado privado por un defensor público. “En cada audiencia los imputados se presentan con el cambio de abogados, están jugando con eso”, manifestó. 

Veras no tiene quejas sobre el sistema judicial, jueces, fiscales ni los policías que dirigieron la investigación.  

Su crítica es contra el mecanismo que contempla el Código Procesal Penal, que dice permite que los delincuentes se burlen  del sistema judicial. Tampoco cuestiona que los imputados utilicen los medios legales que les permite el Código, pero censura que abusen de ellos. Sostuvo que ese Código resulta infuncional para un país subdesarrollado y con instituciones débiles como la República Dominicana. Pese a todos los tropiezos, Negro Veras se mantiene firme. “No voy a escatimar esfuerzos hasta tanto se dicte una sentencia condenatoria”, advierte. 

Miguel Franjul y Negro Veras conversan tras la entrevista.
Cree que la sociedad debe estar atenta a ese proceso, porque no puede seguir a merced de la delincuencia, pues entiende podría resultar lesionada si no se hace justicia. 

Percibe que los imputados temen a las pruebas presentadas, pues está convencido de que con el expediente que se ha preparado se producirá una condena ejemplarizadora.




UN CASO QUE IMPACTÓ A LA FAMILIA VERAS
Con casi 75 años, Negro Veras confiesa que ningún hecho le había impactado tanto en su vida como el intento de asesinato de su hijo, el 2 de junio de 2010, que le provocó la pérdida de un ojo.

Por el papel activo que ha desempeñado durante toda su vida en contra de los abusos y violaciones a los derechos humanos, Negro Veras dice que siempre esperó un atentado en contra de él, pero no en contra de alguno de sus progenitores, para lo cual dijo no está preparado.

“El atentado contra mi hijo ha sido el mayor impacto en mi vida, yo preferiría morir antes que uno de mis hijos o mis nietos”, contó.

Aunque el atentado no ha impedido que Jordi continúe su ejercicio jurídico, ha variado su rutina de vida, y al menos lo ha sacado de los medios de comunicación, pues ha dejado de participar en el programa televisivo, al cual se dirigía cuando recibió los dos impactos de bala.

Y es que toda la familia Veras ha cambiado totalmente su ritmo de vida después de ese hecho. Agradece la solidaridad brindada por distintos sectores de la vida nacional.

Considera que el peso del atentado no ha sido más pesado por el calor humano y la solidaridad que ha recibido, el cual valora. Indicó que para cualquier joven o padre de familia el atentado a su hijo debe ser su caso.

Las “víctimas” del Código Procesal Penal


Los delincuentes han descubierto que el Código Procesal Penal tiene muchos “bajaderos” que les permiten eludir la expiación de sus culpas.

Y esta realidad la está sufriendo hoy una familia honorable que ha sido víctima de las maquinaciones legales que se motorizan al amparo de ese código, para dilatar la impartición de justicia en un caso criminal.

Nos referimos al caso del joven abogado Jordi Veras, hijo del prestante jurista de Santiago, doctor Ramón Antonio (Negro) Veras, que salió vivo de un atentado en su contra perpetrado por sicarios en el 2010 y ésta es la hora en que ni siquiera se ha iniciado el juicio de fondo contra los imputados.

El doctor Negro Veras, un reconocido defensor de los derechos humanos y sobre todo de mucha gente que ha sido acusada y sentada en el banquillo de los tribunales de la República, padece ahora en carne propia las inconsecuencias e incongruencias de un código que permite a los delincuentes retrasar los juicios con el sólo hecho de no presentar abogados defensores a las audiencias previas.

De ese truquito se han valido muchos criminales de tomo y lomo para burlarse de la justicia y de la sociedad, dejando a los jueces y al ministerio público desarmados e impedidos de actuar a contracorriente de estas “indulgencias legales” inexplicables.

El código da demasiadas garantias a los criminales, mas no a las víctimas de sus desmanes, y la mejor prueba es la experiencia que está pasando la familia del joven Jordi Veras, quien perdió un ojo y sufrió heridas en otras partes del cuerpo durante el atentado, y todavía la justicia no ha podido entrar a juicio de fondo y culminar dictando las debidas sentencias.

No sólo los Veras han sentido en carne propia esta vergonzosa flaqueza de nuestro código, sino centenares de familias dominicanas que han visto, decepcionadas, cómo los grandes sicarios, criminales, violadores o atracadores andan campantes por las calles dominicanas, pavoneándose de su “intocabilidad” y --lo peor-- reincidiendo en sus fechorías.

lunes, diciembre 02, 2013

A 42 meses de la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi Veras


1.- Por formación familiar, profesional e ideológica, creo en la justicia para dirimir conflictos; la venganza no forma parte de mi comportamiento; por tal razón he esperado que el sistema judicial tome su imperio e imponga las sanciones que, conforme a nuestra Constitución y las leyes vigentes, los tribunales ordinarios del país han de aplicar a los que se asociaron para asesinar a mi hijo Jordi, el día 2 de junio de 2010, de cuya acción se cumplen ahora 42 meses.

2.- Sancionar al que pagó y organizó,  así como a los que ejecutaron la tentativa de asesinato contra mi hijo,  es un compromiso que mi familia y la sociedad dominicana ha puesto a cargo de los que administran  justicia. Una sociedad civilizada es merecedora de un servicio judicial serio, responsable, confiable, laborioso y rodeado de honestidad a toda prueba.   

3.- El expediente del Caso Jordi, debe convertirse en el punto de partida para que el crimen organizado sepa que en nuestro país no tiene garantía de impunidad para materializar sus acciones de matar por paga. La modalidad del sicariato sólo hace acto de presencia y se desarrolla, allí donde los encargados de aplicar las leyes se comportan tímidos, indiferentes y con signos de cobardía.

4.- No escapa al conocimiento de Jordi y toda la familia, que los imputados en el caso han procurado por todos los medios de desnaturalizar, contaminar y eternizar el proceso, con la finalidad de, entre otras cosas, sembrar el desconcierto y la desconfianza de la sociedad en los magistrados que conocen del asunto. 

5.- Los 42 meses transcurridos desde que se materializó la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi, en lugar de llevarme a la desesperación, han fijado en mí la convicción de que, más temprano que tarde, se ha de imponer la justicia. En esa misma línea de esperanza y confianza están los sentimientos de los padres y las madres del país que han visto en el caso Jordi, la tragedia que puede llegar a cualquier hogar dominicano.  

6.- Las maquinaciones que han hecho los imputados a los fines de que cada audiencia sea pospuesta, han servido para que lo mejor de la sociedad dominicana se de cuenta que ellos temen a que los magistrados tengan la posibilidad de examinar las piezas y escuchar los testimonios que han de servir de fundamentos para ser condenados por la acción criminal contra Jordi. 

7.- El expediente que constituye el conjunto de pruebas   contra todos y cada uno de los responsables del concierto y ejecución criminal para matar a Jordi, está debidamente fundamentado lo que hace posible que se dicte una sentencia acorde con la ley y el derecho.

8.- No importa el transcurrir de los meses ni las perversidades de los imputados; la desesperación ni el pesimismo se van apoderar de mi; soy un ser humano de convicciones formadas en el accionar de la vida; al lado de Jordi y su familia está la parte sana, limpia y solidaria del pueblo dominicano.

2 de diciembre de 2013.