1. Aunque muy difícil se presenta el camino a transitar a los fines de alcanzar justicia, no vamos a cansarnos de reclamarla en el caso de mi hijo Jordi, del cual se cumplen 27 meses.
2. Estamos mentalmente preparados para, sin desesperación, esperar que los órganos judiciales tomen la decisión ajustada a las pruebas, la ley y el derecho. Así lo quiere la sociedad y nuestra familia.
3. El grupo que acordó asesinar a Jordi ha utilizado, y va a utilizar, todos los medios para que el tribunal no avance en el examen de la legalidad de las pruebas. Ante esta situación hemos sido prudentes, inclinados reverentes ante lo decidido por el tribunal. Estamos armados de paciencia porque creemos que una responsable y sana justicia se ha de imponer.
4. Lo dijimos ayer, y lo reiteramos hoy, el caso de mi hijo Jordi es el de todos los padres que aspiran a levantar su familia en un ambiente de decencia y seguridad plena, y no bajo la amenaza del crimen organizado en la modalidad de sicariato.
5. Un Adriano Román que torturó en forma salvaje a Miguelina LLaverías y luego pagó para que la asesinaran, que quiso asesinar a su propio hermano Pablo Román, que incendió una vivienda con su inquilino adentro, y pagó para asesinar a mi hijo Jordi, ahora quiere burlarse de la sociedad y la justicia reclamando que lo envíen a su casa para desde allí continuar en sus actividades ligadas con hechos de sangre.
6. Ante el rechazo hecho por la Suprema Corte de Justicia a su demanda en declinatoria, ahora el señor Adriano Román está solicitando que desde la cárcel de Rafey, donde cumple prisión de condena a 20 años por la tentativa de asesinato contra Miguelina LLaverías, y desde donde pagó para asesinar a Jordi, se le envíe a su casa.
7. Por muy difícil que se presente la situación del país, la sensibilidad se mantiene firme en el corazón de lo mejor de nuestro pueblo, y la solidaridad que genera esa situación humana me fortalece y motiva a seguir adelante, y no descansar hasta que se haga justicia en el caso de mi hijo Jordi Veras.