martes, septiembre 15, 2015

Reenvían apelación del caso Jordi Veras


El empresario y sentenciado Adriano Román
SANTIAGO. La Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Judicial de esta ciudad aplazó nuevamente el conocimiento de un recurso de apelación interpuesto por los implicados en la tentativa de asesinato contra el comunicador y abogado Jordi Veras Rodríguez.

Esta vez, varios testigos enviaron excusas a través de certificados médicos para justificar su ausencia al juicio. En el caso está involucrado el empresario santiagués Adriano Román Román, como principal autor intelectual del mismo y varias personas más que ya fueron condenadas por un tribunal competente de esta jurisdicción a penas desde 10, 15 y 30 años.

La causa fue pospuesta para el 17 de noviembre, a partir de las 9 de la mañana. Tanto el agraviado Jordi Veras como su padre, el reconocido abogado Ramón Antonio Veras (Negro), han manifestados en reiteradas ocasiones que tienen paciencia y que confían en la justicia local.

Jordi y su padre dicen que confían en que tarde o temprano todo quedará resuelto, ya que todo se ha ventilado en el proceso que lleva varios años.

En el mes de junio del 2010, varios individuos intentaron asesinar a Jordi cuando ingresaba al canal 25 de esta ciudad, logrando herirlo de dos balazos en la cara. Tras ser tratado en el país en varios centros de salud, fue llevado a Estados Unidos, donde se le practicó una cirugía para evitar consecuencias mayores en su visión, aunque tiene lesión permanente en uno de sus ojos.

Los implicados en el caso, además de Adriano Román, son los hermanos Engels y Francisco Alberto Carela Castro, Roberto Zabala Espinosa, Arturo José Ferreras, Franklin Gabriel Reynoso y Candy Caminero.

miércoles, septiembre 02, 2015

A 63 meses de la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi Veras

  1. A quien la criminalidad alcanza, tiene la opción de responder por sus propios medios, o aceptar que la justicia funcione. Con motivo de la tentativa de asesinato contra mi hijo José Jordi Veras Rodríguez, ejecutada el 2 de junio de 2010, nuestra familia escogió la vía en la cual creemos y por la cual hemos luchado: la justicia.
  2. Al decidirnos por la jurisdicción de los tribunales ordinarios del país, sabíamos que los mismos están sometidos a un régimen procesal ante el cual los jueces tienen que someterse para garantizar el debido proceso y los derechos de las partes envueltas en el caso.
  3. Además, procedimos convencidos de que los imputados recurrirían a todas clases de maniobras, incidentes y chicanerías, a los fines de desnaturalizar, eternizar, violentar y burlar las normas que regulan el proceso penal.
  4. No nos ha sorprendido, en lo absoluto, que el caso de mi hijo Jordi, haya sido objeto de casi cincuenta aplazamientos provocados todos por los integrantes de la asociación de criminales que quiso eliminar físicamente a Jordi.
  5. En todo momento hemos dicho, y ahora lo reiteramos, que los jueces que han intervenido en el conocimiento del caso de mi hijo Jordi, no tienen ninguna culpa de los reenvíos provocados por los imputados; los magistrados se han limitado a cumplir con las normas procesales.
  6. El hecho de que los imputados hayan abusado de las garantías procesales y de la debilidad de algunas de ellas, no quiere decir, en modo alguno, que la justicia haya hecho complicidad con los delincuentes. 
  7. Hoy, después de 63 meses de ocurrida la acción criminal contra mi hijo, y luego de casi 50 aplazamientos, la realidad nos dice que los que se asociaron para matar a Jordi, han jugado a la eternización del proceso, como una forma de burlarse de mi familia, de la gente sana de la sociedad dominicana y de los órganos judiciales del país.
  8. El mensaje que están enviando los imputados en el asunto de mi hijo, es que aquí se puede matar, o pagar para que maten, y luego los criminales juegan a que el expediente caiga en el olvido, la víctima y su familia se desesperen, la justicia se canse y, al final, a la parte buena de la sociedad sólo le queda la frustración.
  9. En el caso de mi hijo hemos sido coherentes en el sentido de que para nuestra familia es una cuestión de honor que la justicia funcione, que se le aplique la ley a los que quisieron asesinar a Jordi.
  10. Con la tentativa de asesinato contra Jordi, se lesionó física y moralmente a éste, a la vez que se golpeó a nuestra familia y a lo que sirve de la sociedad dominicana. La desesperación no se apoderará de nosotros; continuaremos dándole seguimiento permanente y sin vacaciones al caso. El crimen no puede arrodillar a la justicia ni el dinero burlarla.