SANTIAGO.-Cuatro años después del atentado criminal contra el abogado y comunicador Jordi Veras, quien está vivo por obra y gracias de Dios y los médicos que lo han asistido, la familia y la sociedad esperan que este martes los jueces emitan una sentencia ejemplar y aleccionadora que despierta esperanza de que la justicia se aplicará con severidad.
Hoy, luego del caso reenviarse en 33 ocasiones en audiencias tediosas, el Primer Triibunal Colegio del Distrito Judicial de Santiago, que preside Anneli Torres, dictará el fallo definitivo contra quienes intentaron liquidar a Veras, tras herirlo de gravedad en el parqueo del canal 25.
“Mi familia y la sociedad espera una sentencia justa y ejemplarizadora, porque solo de ese modo se podrá generar fe y confianza en la justicia y vislumbrar un futuro promisorio en ese campo”, proclamó ayer Jordi Veras, durante un conversatorio en la revista “Diario 55” que se difunde por “SúperTv55.
Los magistrados del Primer Tribunal Colegiado de Satiago fijaron para las nueve de la mañana de hoy la hora para dar a conocer el veredicto, lo que ha creado expectativas en todos los sectores del país.
El empresario Adriano Román ha sido identficado como el autor intelectual del plan macabro y están implicados Engels Calera Castro, Candy Camino Rodríguez, Roberto Zabala Espinosa y Franklin Reynoso para quienes el Ministerio Público ha reclamado la pena de 30 años de prisión, mientras se exige 10 años de cárcel para Francisco Carela.
Cuatro años de dolor
“La verdad es que los 48 meses que han transcurrido, desde aquel fatídico día que procuraron quitarme la vida, en el seno de mi familia ha habido mucho dolor, tristeza y horas amargas, pero también hemos tenido la fortaleza espiritual para luchar, perseverar y manternos firmeza en demanda de justicia, porque jamás nos hemos amilanado”, afirmó Jordi Veras.
Y adicionó “han brotado muchas lágrimas, pero cada lágrima ha afianzado el espíritu de combate, porque nuestro accionar ya no es en función ni siquiera de la familia, sino de la sociedad, porque hay que pensar en el pueblo y no vamos a permitir una sentencia que siembre la incertidumbre”.
“En mi caso ya el daño está hecho y nadie me devolverá el ojo que perdí ni se podrán superar las lesiones físicas que están en mi cuerpo, por tanto, la cruzada que mantenemos como familia es pensando en la sociedad”, precisó Veras.
Durante 17 mil 520 días la familia Veras-Rodríguez ha vivido un vía crisis, porque ha tenido que soportar injurias, difamación y barbaridades, pero ha sido un tiempo que ha fortalecido los principios, valores éticos y la entereza; clave para demostrar que ni el dinero de Adriano Román ni las actitudes criminales de quienes ejecutaron el plan maquiavélico pueden eliminar la dignidad y el coraje de quienes luchan por una mejor nación.
“Los actores del sistema judicial han evidenciado muchas debilidades, al igual que otros estamentos de la sociedad en nuestro caso, sin embargo, nos hemos amparado en la consciencia y esto es una garantía para que actuemos por convicción y eso no tiene precio, porque nada ni nadie puede destruir esta virtud”, argumentó el abogado y comunicador.
Sobre el sicariato
Con relación al sicariato Jordi Veras establece que esa modalidad delincuencial obedece a los problema sociales y económicos que afectan a la población humana, por lo que el auge que ha tomado tiene sus raíces en el desempleo, el hambre, la pobreza, insalubridad e injusticias sociales.
“Cada día se torna más preocupante el crimen por encargo, puesto que no se ha ido al fondo para erradicarlo, ya que la persecusión y los arrestos no resuelven esta práctica, pues se requiere de la ejecución de programas que respondan a las necesidades materiales y espirituales de los dominicanos”, sostuvo.
Y añadió “ejemplos de la continuidad del sicariato son el asesinato del abogado Turbí en Santiago y de dos jóvenes en la capital, y una fue porque la confundieron con la otra y esto es escalofriante”.
Las familias dominicanas necesitan paz y la misma se consigue con el desarrollo de políticas que proporcionen trabajo, alimentos, educación, salud, sana diversión y bienestar común; es responsabilidad del Estado y la clase dominante, entonces, trabajar en esa dirección para frenar a los esbirros o matones que asesinan por encargo, situación que se ha convertido en un grave malestar nacional.