A 46 meses de la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi Veras
- Así como hay acontecimientos que generan cambios determinantes en el mundo, también ocurren sucesos que marcan anímicamente al ser humano. En lo que a mi respecta, el hecho que me cambió la vida fue la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi, de la cual se cumplen hoy 46 meses.
- El operativo de sicariato contra mi hijo ha sido sumamente tormentoso por el tortuoso camino que he tenido que transitar, desde el martirio de la investigación policial y judicial, hasta ahora con la angustia ante la jurisdicción de juicio.
- Pero los avatares que he soportado desde el día del atentado contra Jordi, no han generado en mi el más mínimo cambio en la forma de ver la vida; de mantener el optimismo de siempre; conservar mi apego a todo lo que sea estima, afecto y cariño hacia los demás. En mi conciencia no hay ni habrá nunca espacio para el odio, tirria ni rencores.
- Todo lo que han hecho o puedan hacer en procura de burlar la justicia, la sociedad y a mi familia, aquellos que quisieron asesinar a mi hijo, no lograrán hacerme cambiar lo que ha sido parte de mi comportamiento de vida: no desesperarme, y ver los hechos negativos delincuenciales como vicios propios de sociedades afectadas en su ordenamiento social económico.
- La calidad de padre de Jordi, me impone darle seguimiento permanente al asunto, sin importar las consecuencias. Todo lo que se pueda derivar de mi incidencia para que se haga justicia y no triunfe la impunidad, lo asumo con sentido de compromiso consciente y sin excusa alguna.
- Durante todo el período transcurrido desde que ocurrió la acción criminal de que fue víctima Jordi, he estado armado de absoluta paciencia; he procedido con suma pasividad. Las provocaciones de asesinos consuetudinarios no me van a conducir a la exasperación; al hostigamiento verbal y a los gestos desafiantes he respondido y seguiré respondiendo con el reclamo de justicia.
- No estoy revestido de gran valentía, pero no le tengo miedo a la muerte. Sé en el medio donde vivo y los profesionales del crimen que me adversan porque procuro se les haga justicia por la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi.
- No miro hacia atrás, sino hacia delante; el peso de la justicia ha de caer sobre el que pagó y los que organizaron y ejecutaron la acción criminal contra mi hijo Jordi. Entonces, ahí llegará parte de tranquilidad a mi familia, la sociedad será en parte resarcida y se le enviará un mensaje de advertencia al crimen organizado en la modalidad de sicariato.