- Lo que se espera con cariño y paciencia calculada, su llegada trae alegría, la demora se convierte en una expectativa hecha realidad, añorada aun sin ser todavía conocida. Arribar a la vida, venir al mundo de los vivos y ser recibido como un símbolo, hace la existencia del ser humano animada, festiva, divertida en lo absoluto.
- El día 14 de enero de 1969, mi compañera Carmen, dio a luz una criatura de sexo masculino, color blanco, pelo rubio, y siete libras de peso. Mucho antes de parir, Carmen había aceptado mi petición de que si alumbraba un niño le pondríamos como nombre la combinación de José Jordi, como demostración de afecto a dos amigos que había conocido, en la ciudad capital, en mi época de estudiante universitario: José Eneas Núñez y Jordi Martínez.
- La presencia de José Jordi, generó fervor en su madre y en mi, no obstante la precariedad económica de ambos. Pero el ambiente familiar donde residieron Carmen y José Jordi, durante los primeros meses del nacimiento de éste, fue sumamente acogedor, hospitalario. En el seno del hogar de Manuel Evertz Cabral y Pura Enrique de Evertz, Jordi se mantenía de los brazos de su madre, a los de su futura madrina Pura, y de los de ésta, a los de su hija, Pura L. Evertz de Canaán.
- Hasta el momento del nacimiento de su segundo hijo, Carmen se dedicó por entero a cuidar a José Jordi; le dispensó una atención fuera de lo común. La preocupación por su primogénito fue con esmero, una vigilancia constante; lo protegía hasta de las miradas de los que suponía malévolos. Ambos, Carmen y José Jordi, llegaron a establecer una ligazón sin fisuras, una compenetración infranqueable.
- José Jordi, realizó sus estudios primarios en el Instituto Iberia, donde con el apoyo de su director don Pepe, y sus excelentes profesores y profesoras, llegó a convertirse en un buen estudiante, lo que le sirvió para ser en el futuro muy bueno en la carrera universitaria, profesor en el mismo centro académico y brillante profesional del derecho.
- Si alguien me pide que le haga una somera descripción de la persona de José Jordi, le diría que él es un adicto al trabajo y meticuloso en su ejercicio profesional; extremadamente honrado; disciplinado, calmoso y con el don de escuchar a su interlocutor; perseverante en el objetivo a perseguir; comedor compulsivo; mesurado en los tragos y tímido en los gastos; buen amigo, mejor hermano, exquisito padre, buen hijo y de un cálido trato familiar; es valiente y arriesgado; exigente en el buen vestir; amante de los deportes; le gusta y disfruta el baile; como religioso es un creyente católico; en política es independiente, con ideas democráticas .
- Actualmente, Jordi está casado con Katty Gómez, de cuyo matrimonio han procreado a Miranda y a Mauro.
- José Jordi, no obstante las lesiones permanentes que lleva en su cuerpo, como consecuencia de la tentativa de asesinato de que fue víctima, sigue siendo un gran ser humano, sensible y solidario. No está dominado por rencores, hasta el punto de que ha dicho que a Adriano Román, quien pagó para que le mataran, no le guarda aversión, que sólo aspira a que en su caso se haga justicia.
- Debo confesar que después de la acción criminal contra José Jordi, cada cumpleaños suyo es para mi muy especial, porque rememoro los días amargos que, junto a mi familia, he pasado, desde que él permaneció más de tres horas en el quirófano sin saber yo cuál era su estado de vivo o muerto, así como el tortuoso camino que he tenido que recorrer reclamando justicia.
- Quiero decirte, mi querido José Jordi, este nuevo aniversario de tu nacimiento lo aprovecho para manifestarte que deseo que conserves el comportamiento que has mantenido en todo el curso de tu vida; sigas queriendo al ser humano, de la misma forma que desde que naciste has sido querido por tus padres, y todos los que hemos tenido la alegría de tenerte como lo que eres, un ser humano excepcional.
- Finalmente, José Jordi, no olvides, ustedes, mis hijos, no son cinco, somos seis.
Tu padre
Negro Veras.