jueves, septiembre 02, 2010

A 3 meses de la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi Veras

1.- Han transcurrido tres (3) meses desde el fatídico miércoles 2 de junio, próximo pasado, cuando mi hijo José Jordi Veras Rodríguez, fue objeto de una tentativa de crimen al momento de hacer su entrada al lugar donde ejecutaba labores como comentarista de televisión.

2.- Ha sido un reclamo unánime de la familia de Jordi, y de lo mejor de la sociedad dominicana, que los responsables de la acción criminal sean identificados y sometidos a los tribunales penales ordinarios.

3.- La familia Veras está consciente de que no ha sido por inercia, indiferencia, inactividad, pasividad, desidia o indolencia del ministerio público de Santiago ni de las autoridades policiales, que la totalidad de los integrantes de la asociación de malhechores que planificó y ejecutó el acto criminal contra Jordi no hayan sido identificados y detenidos.

4.- Aunque por temperamento no soy un desesperado, tampoco conformista ni resignado, pero sería injusto de mi parte decirle a la opinión pública nacional que nada han hecho las autoridades judiciales y policiales por aclarar la tentativa de crimen contra mi hijo Jordi.

5.- Personalmente confío en la Procuradora Fiscal de Santiago y en las diligencias que hace en el caso de Jordi. Con relación al nuevo jefe de la Policía Nacional, antes de ocupar la jefatura le dije que su persona me generaba confianza. Todavía hoy mantengo ese criterio.

6.- La parte sana, la no contaminada, de la sociedad dominicana debe ser consciente de que el crimen organizado, el sicariato, cuenta con amplios recursos económicos y humanos que le permiten actuar en la sombra, encubrir su criminalidad y así gozar de impunidad, y precisamente la tentativa de crimen contra mi hijo Jordi fue la obra de la criminalidad organizada.

7.- No resulta fácil desenredar la madeja obra de los sicarios. Ellos organizan toda una urdimbre, un tejido, que requiere de una investigación paciente e inteligente. El crimen contra mi hijo Jordi fue ejecutado, es mi creencia, luego de un trabajo en equipo, calculado y bien pagado a profesionales de la criminalidad.

8.- En mi condición de padre de Jordi no descansaré hasta ver descubierta completamente la acción criminal en su contra. Entre el cielo y la tierra no hay nada oculto, y hago mía la idea de que “tanta es la fuerza de la justicia que ni aun aquellos que se nutren de la maldad y del crimen pueden vivir sin ella”. A los que quisieron asesinar materialmente a Jordi, les alcanzará la vara de la justicia. De eso no tengo la menor duda y así lo reclama y espera toda la sociedad dominicana.